LIBRO DE PADRE RICO PADRE POBRE



Hace unas semanas ya que terminé de leer el famoso libro de Robert Kiyosaki, y no he sacado tiempo o ganas para hablar de él. Me pregunto porqué.

Me ha gustado el libro, eso lo primero, es fácil de leer, es más, es agradable y divertido de leer. Tiene el tono y el ritmo de los buenos libros didácticos. Mientras es un libro rico en detalles y trabajado, no como la miriada de libros de autoayuda que inundan las estanterías de las tiendas y que como libro dejan bastante que desear.

Pero aún con todo comparte con ellos el hecho de ser un texto organizado entorno a tres o cuatro ideas y sobre las que el autor se pasa todo el libro dando vueltas.

Y aún así me ha gustado, si.

He sacado varias ideas importantes:

- No esperes, empieza ya.

Robert insiste en un hecho muy cierto, siempre estamos esperando a un mejor momento para empezar las cosas, en este caso es gestionar nuestro patrimonio, nuestra inversión, pero se puede aplicar a todo. Y el caso es que esperando ese momento que no llega, se nos pasa el momento y ya es demasiado tarde.

Si tenemos 10.000€ y no hacemos nada con ellos en 10 años habremos perdido dinero y mucho. En esos 10 años podríamos haber logrado al menos un 6% en letras del tesoro, o incluso 30% con una inversión acertada. Robert nunca habría ido a por el 6%.

- Investiga y aprende de finanzas y de leyes.

Y es que no hay peor enemigo para uno mismo que el desconocimiento o la falta de formación. Robert reclama la falta de formación financiera en la escuela. Pero es que si luego no nos preocupamos seguiremos siendo unos “analfabetos” financiéramente. ¿Y porqué esto es importante? Pues primero para defender nuestros derechos y aprovechar las distintas oportunidades que las administraciones y legislaciones nos ofrecen. Ya sean de crédito, de financiación, de gestión de nuestros tributos, etc. Yo no sé ni cómo cerrar un acuerdo con un pagaré o un contrato privado, y Robert a comprado casas con un pagaré a 100 días y mientras a encontrado un comprador por 2x lo que pagaba él.

- Si tienes que trabajar en ello, es un empleo.

Hay que diferenciar una inversión de un emprendimiento y de un negocio. No son cosas exactamente iguales. El que tiene un negocio en el que no tienen nada que hacer puede decir que ha invertido en uno. Pero el que tiene que ir a trabajar todos los días al negocio, lo que tiene es un trabajo. Es muy respetable, es más todos queremos ser nuestros propios jefes. Pero para eso esta Guy, Robert nos habla de retirarnos jóvenes y dejar que nuestros activos generen los beneficios necesarios para vivir. Aunque hay que relativizar qué queremos para vivir. Ahí también hay que ser equilibrado.

Y no es malo trabajar, ni por cuenta ajena. Lo que Robert quiere denodádamente hacernos ver es que es muy fácil lograr que los beneficios que obtenemos por nuestro trabajo no se vayan directamente al pasivo, a gastos, al cubo, sino que se conviertan en un activo. Pequeño claro, pero activo. Y si trabajamos en ello, si buscamos las mejores opciones, y continuamos aumentando este activo, este podrá en teoría permitirnos retirarnos antes o más cómodamente.

La alternativa es no hacerlo y llegar con la pensión mínima a los 65.

La cuestión es que uno no sabe si es por estar ya alineado con esas ideas o porqué pero todo el libro me parece evidente. Una buena “arenga” pero evidente. Desde luego no vas a encontrar fórmulas mágicas, ni una guía de inversiones. Ni trucos para comprar gangas inmobiliarias. Él te cuenta cómo lo ha hecho en su caso, y parece que lo hace de una forma muy sincera.

Pero ¿Cuantos vamos mañana a jugarnos 18m€ en comprar “nosequé” sólo por leer un libro? Alguno habra. Mirar sino la noticia del Millonario Aleman que ha perdido millones aportando a la baja con Volkswagen.

Pero es que no hay que ver en el libro esa conclusion, no podemos ponernos mañana como locos a hacer cualquier cosa. La conclusión es: usa la cabeza, aprende, empieza ya.

Ahora, tu camino, tus herramientas y tus riegos no los vas a encontrar en el libro. Nos toca aprender en otro sitio. ¡Suerte!